viernes, 25 de junio de 2010

Pensamiento crítico

Conocí a Chomsky en la carrera por la jerarquía que lleva su nombre y que clasifica distintas gramáticas formales que generan lenguajes formales. Después pasé de asociarle exclusivamente a la informática (y, en particular a los traductores, compiladores e intérpretes de lenguajes de programación) a vincularlo a la lingüística y, tanto o más interesante, al activismo político y a la dura (mas bien fundada) crítica a la política exterior estadounidense y de otros países, como Israel.

Estoy leyendo, entre otros, un libro que recopila algunas entrevistas y conversaciones con el autor sobre temas tan interesantes como la solidaridad, los canales mediáticos, la creación de la opinión pública o la relación de EEUU con el resto del mundo. Os dejo un párrafo (uno de tantos, la verdad, estoy incluso pensando en crear una entrada colectiva o nunca pondré al día el blog) que me ha llamado especialmente la atención.

Creo que se aprende haciendo las cosas. Soy un admirador de Dewey desde hace mucho tiempo, desde las experiencias de mi infancia y las lecturas. Se aprende a hacer las cosas observando cómo los demás las hacen. Es así como se aprende a ser un buen carpintero, por ejemplo, y como se aprende a ser un buen físico. Nadie puede enseñarte a ser un buen físico. No se dan cursos de metodología en ciencias naturales. Por ello, un seminario típico de licenciados en ciencias consistiría, simplemente, en hacer que la gente trabajara de forma conjunta, lo que no se diferencia en absoluto del artesano que aprende un oficio trabajando con alguien que se supone que es bueno en él.

La forma correcta de hacer las cosas es no intentar convencer a las personas de que tienes razón sino desafiándolas a que piensen por ellas mismas. No hay ninguna cuestión humana de la que podamos hablar con total seguridad. Incluso en las ciencias naturales exactas esta afirmación es bastante cierta. Ene l caso de las cuestiones humanas, los temas internacionales, las relaciones familiares, etc., lo que puedes hacer es recoger pruebas, agruparlas y contemplarlas desde cierta perspectiva. La forma correcta de proceder, dejando aparte lo que una u otra persona haga, es simplemente motivar a las personas a hacer esto.

En concreto, se trata de mostrar el abismo que separa las versiones corrientes de lo que ocurre en el mundo de lo que las evidencias de los sentidos y las averiguaciones de las personas les muestren cuando empiezan a observarlo. Una de las reacciones más frecuentes es que me digan que no se puede creer nada de lo que les estoy diciendo, que se trata de algo que entra en conflicto con lo que han aprendido y con lo que siempre han creído, y que no tienen tiempo de buscar todas esas notas a pie de página. ¿Cómo saber si lo que digo es cierto? Es una reacción muy natural, y por eso les digo que es una reacción correcta, que no deben creer que lo que les digo es verdad. Las notas a pie de página están ahí para que puedan encontrarlas si así lo quieren pero, si no se toman la molestia, no hay nada que hacer. Nadie va a inyectar la verdad en el cerebro de otros. Es algo que hay que descubrir por uno mismo.

(Noam Chomsky, La propaganda y la opinión pública. Conversaciones con David Barsamian.)

5 comentarios:

Rocío dijo...

Hola!
En Hispánicas Chomsky es un coleguilla más jajaja.
Me encanta este hombre y cómo piensa.
Un saludo.

Maribel dijo...

Hola Homolibris, este es un pensador con el que me he cruzado muchas veces, y me resulta curioso que lo asociases a la informática o a los traductores, ya que su influencia va más allá.
Tengo la suerte de trabajar con una persona que se le parece, y mantiene que aprendemos más cuando no estamos de acuerdo con alguien.
Lo habitual es decir, "si, yo pienso como tú", pero esto no fomenta el pensamiento crítico.

¿Sabrías conseguir un punto de luz en la pared, usando una vela, unas cerillas y una caja de chinchetas, sin que la cera caiga a suelo?

Reclamamé la respuesta, que ya sabes como ando, jejeje.

Buen finde....;-)
Un abrazo ;-)

Homo libris dijo...

Muy buenas, Safo. Este gran pensador es uno de los puntos de unión entre los estudios de lenguas y algo tan tecnológico y (aparentemente) tan alejado de ellas como la informática. Con el tiempo se ve que esa distancia es ficticia y que estas ramas del saber están mucho más cerca de lo que mucha gente podría presuponer.

¡Hola Maribel! La verdad es que vincular a Chomsky a la informática no es casual, claro. Como os decía, le conocí antes por la carrera que por otros aspectos (más por su faceta académica que por la de activista político) y es por eso que, aunque hoy día le tenga más en cuenta por toda esa otra labor que por la importancia de sus teorías en la construcción de nuevos lenguajes de programación (la generación de gramáticas y la de sus analizadores léxicos, sintácticos y semáticos es un tema de estudio de lo más interesante y, de hecho, hace poco tuve que debatirme entre optar a un máster en redes y telecomunicaciones u otro de la rama de lenguajes y sistemas informáticos).

De todos modos, como bien dices, es más conocido por otros aspectos, que son los que me motivaron a leer este libro y a traer el fragmento al blog. :)

Respecto a tu trabajo, tengo que decirte que esta tarde me acordaba de ti, cuando escuchaba en la radio más detalles sobre esta noticia. Se reavivan en mí las ganas de subir a Burgos, de visitar Poza de la Sal (el viaje frustrado en marzo por motivos laborales y que me gustaría ver cumplido antes de terminar este año) y Atapuerca. A ver si puede ser dentro de poquito.

La discrepancia, para terminar, no tiene que ser mala. Siempre que aprendamos del otro (y ese otro de nosotros, si llega el caso) el aporte de ideas será positivo, sin duda. Aunque no todo el mundo es capaz de ver las cosas con tanta claridad, por desgracia. :(

¡Hum! ¿Un enigma? Recojo el reto.

Un besote.

lammermoor dijo...

Para mí, Chomsky está asociado a la lingüística. Y la relación entre esta y los lenguajes informáticos es estrecha aunque desconocida para muchos.
Estoy de acuerdo con él en que se aprende mucho mediante la observación (me he dado cuenta de que en mi caso es así´). Y que la motivación (y la explicación de lo que pretendemos obtener) es fundamental, lo mismo que dejar al otro que busque su método de trabajo que no tiene que ser igual al tuyo.
Y también estoy de acuerdo con Maribel y esa otra persona en que se aprende más de las discrepancias. Que te digan, tienes razón está muy bien para el ego, pero no resulta demasiado provechoso pero no te aporta demasiado.

También a mí me gustaría ir a Atapuerca. Intenté que mi hermana me llevara cuando hizo una excursión como sus alumnos -me ofreci a ir como
"profe de apoyo"´, pero ...¡no coló!

Homo libris dijo...

Lammermoor, al fin y al cabo fue su principal labor académica aunque sus teorías trascendieron más allá de la lingüística "tradicional". Un gran pensador, sin duda alguna.

Jo, yo me apunto a un viaje así como profesor de apoyo, aunque sea para evitar que los niños se desmadren. Tu hermana es muy dura: mira que no dejarte acompañarla. ¡Ya le vale! :)

Un abrazo.