miércoles, 31 de agosto de 2011

Vigilados todos por las máquinas de amor y gracia

Hace unos días descubrí un poema de Richard Brautigan, el autor de La pesca de la trucha en América (un libro que en su día constituyó toda una revelación y que está entre mis lecturas pendientes desde que el año pasado la editorial Blackie Books publicase su traducción al castellano) y me gustó tanto que quise llevarlo a un blog a medio camino entre "Andanzas de un Trotalomas" y "Lobosoft" con el que buscaba organizar mis ideas en torno al impacto que produce la informática sobre la sociedad y, por ende, sobre el medio ambiente. Un blog experimental cuyo crecimiento quedó truncado con el comienzo de un año que ha devenido en demasiada carga de trabajo como para mantener un ritmo de publicación aceptable incluso para los "oficiales", como he comentado en alguna ocasión. No obstante, y sirva de aviso para navegantes, estoy deseando volver a retomarlo.

Todo llegó al recuperar unas tiras cómicas muy curiosas en las que se narraban las vicisitudes de diversos lenguajes de programación y que fueron publicadas en la People's Computer Company Newsletter, una revista que vio la luz en el año 1972 y que pretendía acercar la informática a las personas. Corrían otros tiempos, los ordenadores eran entrevistos aún como si poseyesen cierto halo de magia y se deseaba que el potencial de los ordenadores sirviese a los intereses de la ciudadanía y no al revés. Hoy día esas buenas intenciones son más que necesarias, pues si bien la informática ha llegado a toda la población (de los países más avanzados, pues no conviene olvidar la brecha digital que se expande entre estos y aquellos cuyas poblaciones apenas sobreviven sin tan siquiera tener acceso a agua potable) no es menos cierto que la seguridad y  privacidad de nuestros datos están más en entredicho que nunca.

Sobre todo esto deseo escribir en un futuro próximo en "Informática, sociedad y medio ambiente", además de reflexionar en "Andanzas...", cuando pueda verlo dentro de unas semanas, sobre las impresiones que me produzca el documental del polémico Adam Curtis "All Watched Over By Machines of Loving Grace", una producción para la BBC sobre cómo la tecnología ha contribuido a mermar y destruir la libertad humana hasta llegar a convertir en servidores suyos a los hombres. Pero entretanto, aquí os dejo el poema de Brautigan (del que toma su título el citado documental) en una traducción libre y espero que no nefasta (cualquier aporte o sugerencia será bienvenido, por supuesto). 


Vigilados todos por las máquinas de amor y gracia

Me gusta pensar (¡y
cuanto antes, mejor!
en un prado cibernético
donde mamíferos y ordenadores
vivan juntos en mutua
armonía programada
como el agua pura
tocando el cielo despejado.

Me gusta pensar
     (¡ahora mismo, por favor!)
en un bosque cibernético
lleno de pinos y componentes electrónicos
donde los ciervos paseen tranquilos
entre las computadoras como si fueran flores
con pétalos que giran.

Me gusta pensar
     (¡así ha de ser!)
en una ecología cibernética
donde seamos liberados del trabajo
y volvamos a la naturaleza,
retornando a nuestros
hermanas y hermanos mamíferos,
vigilados todos
por máquinas de amorosa gracia.

Richard Brautigan

5 comentarios:

Lectora dijo...

A mi me recuerda a Matrix.
Es curioso porque con internet nunca el individuo había tenido tanta información a su servicio y tanta capacidad para interactuar con lo que le interesa, y sin embargo nunca había sido susceptible de ser tan controlado.

Y este principio diría que es una constante, por tanto supongo que hay que desconfiar de la informatización y las máquinas en la misma medida en la que confiamos.

Iraya Martín dijo...

Puede ser un debate interesante porque según como se mire internet también ha contribuido a que personas más cerradas se relacionen más y a que el pueblo de un país se levante a luchar por su libertad (o eso tenía entendido respecto de Egipto).

No digo que mis palabras sean del todo ciertas pero trato de poner un contrapunto a esa opinión de que todo en la tecnología es malo.

Gijón dijo...

¡Qué interesante! Voy a ver dónde puedo buscar ese documental porque me encantará verlo.
¡Gracias por esta entrada tan interesante!

Homo libris dijo...

Sonja, ciertamente recuerda un poco a la serie de películas de "Matrix". Internet será tan bondadosa o cruel como la dejemos ser: hoy día estamos más comunicados que nunca y a a vez sometidos a mayor vigilancia que en cualquier momento. Ahí tenemos a Echelon, a Google y su "simpática" forma de acercarse a la comunidad o a la NSA compilando los sistemas operativos que salen de EEUU desde el origen de los tiempos (con fallas se seguridad bastante importantes en algunas ocasiones).

Homo libris dijo...

Obviamente no todo es malo, tal y como apunta Elwenb, y tampoco es cuestión de demonizar a estas tecnologías (de momento, yo sigo comiendo de ellas XD). Sí que apuesto por una ciudadanía más informada, por una "alfabetización informática" que no puede quedarse en "darles" a los críos ordenadores para usarlos en el aula cuando ni tan siquiera sus profesores se desenvuelven bien con ellos. Tiene que ir más allá, y tiene que darse de forma integral. La informática a día de hoy está en todos lados, con sus luces y sus sombras, y hemos de ser conscientes de ello. La informática que ha ayudado a conformar una globalización del capital y de los medios de producción también debería ser capaz de, desde un lado más humano, permitir la comunicación fluida entre ciudadanos de todos los países y constituirse en una herramienta más para abordar las problemáticas mundiales a las que nos enfrentamos.

Precisamente esa era la intención primera de la People's Computer Company y de su publicación, así como la que me mueve a retomar el blog que os decía. Hay casos de éxito que no conviene obviar: el de Egipto que citas, el movimiento 15M primigenio en nuestro propio país o un hermoso proyecto (he intentado volver a localizarlo sin éxito, pero en cuanto lo tenga lo dejaré por aquí) por el cual se establece una base de datos con geolocalizaciones de puntos de abastecimiento de agua potable en países del tercer mundo usando el GPS de los telefonos móviles.

El documental, Gijón, quiero intentar verlo a través de la BBC2, que lo emitió en su día, o localizarlo de algún modo.

Como decís, sería interesante y enriquecedor mantener un debate más animado sobre el tema, ¿verdad?

Un abrazo.